Desde planificar la rutina hasta usar Internet a nuestro favor

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8 claves para mejorar la salud mental de los más jóvenes

En la quinta entrega de la campaña #EnCasaconSalud, consejos de expertos para que los padres, niños y adolescentes puedan sobrellevar el encierro a partir de originales propuestas

La pandemia mundial de COVID-19 afecta y afectará nuestras vidas para siempre. El registro de lo traumático comenzó a manifestarse en personas con ansiedad, pánico y diferentes formas de congoja y tristeza. Como parte de la campaña #EnCasaconSalud, una acción conjunta entre Facebook, Instagram, Fundación INECO e Infobae, con el apoyo de UNICEF, se proponen 8 claves prácticas para mejorar la salud mental de los más jóvenes durante la cuarentena.

Los niños y niñas en estas situaciones, por su propia inmadurez e indefensión, necesitan de los adultos para enfrentarlas de una mejor manera y, aun así, sufren también severas consecuencias. En diálogo con Infobae, la doctora Teresa Torralva, doctora en Neurociencias, directora de Neuropsicología de INECO y presidenta de Fundación INECO, explicó: “No es fácil para nadie adaptarse a esta época de cambios tan marcados. En menos de un mes pasamos de conocer vagamente la existencia del coronavirus en algún lugar remoto del planeta, a estar todos en aislamiento obligatorio, encerrados en nuestros hogares, sobreinformados y con un torbellino de nuevas emociones. Lo cierto es que el coronavirus nos ha atravesado a todos y nos ha dado vuelta nuestra rutina dejándola patas para arriba”.

Ser adolescente es complejo de por sí; los adolescentes atraviesan por un proceso cerebral particular en el que existe un desbalance entre las áreas del cerebro relacionadas con las emociones, híper desarrolladas y una inmadurez de la corteza prefrontal, área relacionada con el control de los impulsos, la evaluación de riesgos, la planificación, organización y la empatía”, agregó.

Para la experta en Neurociencias, el impacto real de la cuarentena sobre este cerebro en desarrollo no está aún del todo claro, pero revisiones actuales sobre el tema sugieren que el impacto psicológico pareciera ser mayor en esta población que en otras. El aislamiento genera sentimientos y emociones particulares en cada persona, más aún en los adolescentes, jóvenes ávidos por aprender, socializar y desafiar la vida. Los adolescentes buscan independencia, anhelan estar con sus pares y piensan en su futuro con grandes expectativas. ¿Cómo podemos acompañar a nuestros jóvenes a quienes se les han cortado las alas, quienes ven frustrado sus sueños de pasar tiempo con sus amigos, de salir, bailar, e irse finalmente a su tan ansiado viaje de egresados?

¿Cuáles son los efectos de las pérdidas relativas a sus eventos, los encuentros sociales, sus salidas, el ejercicio físico, el estudio? Para Torralva, “aún no lo sabemos pero menos aún imaginamos cómo sobrellevarán estos nuevos desafíos como el trabajo y estudio remoto, tanto tiempo exclusivo en familia, los cambios en su rutina, el contacto solo virtual con sus amigos, y la gran incertidumbre de lo que pasará”.

¿Cómo podemos acompañar a nuestros jóvenes a quienes se les han cortado las alas, quienes ven frustrado sus sueños de pasar tiempo con sus amigos, de salir, bailar, e irse finalmente a su tan ansiado viaje de egresados? Enterate en esta nota (Shutterstock)

Una encuesta realizada por la Fundación INECO- INCYT luego de 10 días de cuarentena responde a esto de manera contundente. Los jóvenes argentinos presentan síntomas más intensos de depresión que las personas mayores y fueron específicamente los sentimientos de soledad los que aparecieron como el factor más importante asociado a los síntomas emocionales. Este hallazgo confirma la importancia del elemento social cara a cara en la regulación del ánimo de los jóvenes tal como se viene mostrando diferentes estudios a nivel mundial.

Los jóvenes se sienten más limitados en su vida social y muestran una mayor necesidad de contacto y actividad física que los grupos de personas mayores. Al mismo tiempo, tienen una percepción del peligro y del riesgo al contagio menor que los otros grupos, por lo que es posible que la relación costo-beneficio del aislamiento sea más desventajosa para ellos. Esta hipótesis es consistente con la teoría del cerebro aún en desarrollo de los adolescentes con una suerte de “miopía” hacia las recompensas futuras (áreas prefrontales inmaduras) e hipersensibilidad de las estructuras cerebrales relacionadas con las emociones (amígdala y nucleus acummbens).

Es por eso que alguna información sencilla y seleccionada sobre cómo acompañarlos podría ser de utilidad. Son una generación que está en plena construcción de su identidad, son nuestra generación del futuro. ¿Saldrán fortalecidos? Probablemente sí, pero mientras hay que acompañarlos”, reflexionó Torralva.

Algunas recomendaciones prácticas para los padres sobre cómo lidiar con los adolescentes “entre rejas”:

Según la presidenta de Fundación INECO, es importante brindarle espacio para la frustración, la impotencia y la tristeza. Estudios de investigación reportan que las estructuras del cerebro vinculadas con el estrés y el miedo están hiperreactivas en el cerebro de los adolescentes por lo que es de esperar que la presencia de estas emociones estén exacerbadas frente a la incertidumbre que se viven en estos tiempos. Los sentimientos de ansiedad, decaimiento anímico y estrés son los más frecuentes durante este periodo de cuarentena. Es importante que los adultos generemos un espacio para hablar de lo que sienten. Expliquémosles que es normal sentir ansiedad ya que esta emoción es positiva dado que nos alerta de que algo sucede y que hay que cuidarse. Es coherente sentirla en este momento como reacción a la información actual sobre la pandemia.

Es esperable encontrarse con fricciones y discusiones en relación a las medidas tomadas en relación al distanciamiento social, aislamiento o cuarentena. Sea uno, más o menos estricto que el resto de su comunidad, probablemente haya comparaciones al respecto que generen discusiones. Explíquele con claridad su decisión y la razón detrás. El uso indiscriminado de las redes sociales, o los tipos de conexiones on line, puede terminar en adolescentes hiperconectados y desorganizados. Esto generará conflictos. Sin embargo, debe quedar claro que actividades como dormir, estudiar, crear, hacer ejercicio físico y tiempo destinado a las relaciones cara a cara con quienes conviven en el hogar, son importantes para lograr un mayor bienestar.

Ponga límites claros y razonables. Aunque ningún adolescente lo aceptará jamás y menos frente a sus padres, la gran mayoría siente que sus padres son razonables casi siempre. Saben distinguir entre las reglas parentales que tienen lógica y aquellas que son arbitrarias. Convivir todos en aislamiento requiere reglas y límites. Hágalos respetar.

Permitirles privacidad y tiempo “solos”. Es probable que por las circunstancias actuales, el estar constantemente con los restantes miembros de la familia sea estresante. Es importante que participe de las tareas del hogar y asuma sus responsabilidades en el plan familiar pero también necesita de su privacidad. Concédasela.

Considerando que funciones como la empatía, y el ponerse en los zapatos del otro recién está desarrollándose en este período, aprovechemos para entrenarlos en esta capacidad. Mostrémosle, todas las veces que sea necesario y hasta poniéndolo en palabras, cómo ponerse en el lugar del otro, cómo mirar la vida desde otro lugar. Son funciones que se entrenan, y es un gran oportunidad para que aprendan por imitación. Somos sus modelos y estamos muy cerca. Y su cerebro está en construcción por lo que lo que aprendan allí quedará.

Los adolescentes son tremendamente creativos en la resolución de problemas por lo que invitémoslos a intervenir en la resolución de los problemas que vayan apareciendo. Discutamos sus ideas, validémoslas y agradezcamos su capacidad para pensar alternativas diferentes a las nuestras.

Cambiemos el foco. En tiempos difíciles la ciencia sugiere que los adolescentes se sienten mejor si cambian el foco de atención hacia la ayuda a los demás. El altruismo, a veces olvidado, parece ser la mejor razón para mantener el foco de porqué estamos haciendo lo que hacemos. Nos quedamos en casa para cuidar a los adultos mayores, a las personas enfermas y en riesgo y porque solo todos juntos y con un objetivo común, salimos de esta.

Las 8 claves para los más chicos:

1- Organizá tu rutina

Estudiar en casa y aprender a organizarse es un desafío. Planificá un día a la vez. Organizá tus actividades importantes como: despertar temprano, hacer ejercicio, asearte, tus deberes escolares, el trabajo doméstico. Colaborá en ordenar tu casa y tu espacio de estudio.

2-¿Aburrido?

¿Sabías que el tiempo libre puede estimular la creatividad? Es bueno hacer cosas que amás y aprender algo nuevo, pero no hacer nada y descansar también es importante. Echa a volar tu imaginación ¿Qué opinás sobre tener momentos tranquilos para que fluya tu imaginación y creatividad para luego dibujar, bailar, grabar?

3-Usá Internet de manera responsable

Intenta ser activo y consciente en Internet, seleccionando el tiempo y la calidad de lo que consumes o produces en línea. ¡Busca información sólo de fuentes confiables y disfruta de lo que Internet tiene de bueno!

4-Cuidá tu huella digital

Las plataformas digitales tienen muchas ventajas, pero también varios peligros. Es importante que cuides tu privacidad y seguridad en redes sociales, sabiendo que lo que publiques y compartas luego es difícil de borrar o controlar. También es fundamental que hables con adultos de confianza si sufrís cyberbullying, grooming, sexting o tenés alguna experiencia negativa en internet ¡Ellos/as pueden ayudarte!

5-Nuevas formas de estar con los amigos

Buscá nuevas y diferentes formas de hablar con los amigos y estar juntos virtualmente, ¡usá tu creatividad! Si alguno de tus amigos está más callado, aprovecha y ofrecé apoyo junto con un buen oído si la persona necesita desahogarse.

6- Sé amable y tolerante

Aunque a veces es aburrido quedarse en casa, vale la pena un poco de esfuerzo para vivir bien durante este período, ¿verdad? Así que practiquemos ser amables con las personas en el hogar, amigos y contigo mismo. En este momento, el respeto y la empatía son esenciales. Tanto tiempo en casa puede transformarse en un desafío para la convivencia con las personas que nos rodean. En este momento, estos valores son esenciales. Seamos amables en casa, con amigos y amigas y con nosotros mismos.

7-¿Y los malos sentimientos?

Estar preocupado por lo que está pasando es normal, así como también por la distancia física con amigos, novios, rutina y hasta la escuela o universidad. Si te encontrás muy desanimado y nada te emociona durante días, es momento de hablar con alguien de confianza y pedir ayuda. ¡El aislamiento social no es soledad! ¡Podés pedir ayuda!

8- Seguir con tus tratamientos

Si tomás algún medicamento, nunca lo suspendas, ni cambies la dosis sin hablar con tu médico, esto puede ser muy malo y complicar las cosas. Si encontrás que tus pensamientos te llevan a lugares difíciles, si tienes ganas de lastimarte o piensas en suicidarte, pedí ayuda a alguien de confianza, no lo dudes.

Fuente: Infobae

 

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