Uno de cada tres argentinos siente depresión o ansiedad por el aislamiento forzoso

Uno de cada tres argentinos siente depresión o ansiedad por el aislamiento forzoso

Que el aislamiento social iba a causar consecuencias psicológicas era previsible. Pero que sea en un número significativo de argentinos y que el mayor impacto se enfoque en los jóvenes es llamativo. Es lo que reveló una encuesta diseñada por un equipo de profesionales de salud mental hecha a más de 10 mil personas. El trabajo concluyó que alrededor de un tercio los encuestados atravesaba un estado depresivo o ansioso, “significativo”. Además, según los expertos, lo esperable es que al ir extendiéndose la cuarentena también irá aumentando la cantidad de personas padeciendo esta sintomatología.
“Por medio de cuestionarios online hicimos una batería de preguntas a 10.053 personas, de todo el país, de entre 18 y 84 años, que contestaron al final de la primera semana de aislamiento. Y comprobamos que un 33% expresaba alguna condición compatible con una posible depresión”, resumió el psiquiatra Marcelo Cetkovich, director médico de INECO y uno de los autores del estudio. Y el experto agregó que se sabe que los efectos psicológicos de la pandemia son acumulativos.
“Percibimos un claro aumento de situaciones de distrés, que tiene que ver con hacinamiento y con incertidumbre. Las dos emociones que hoy dominan son el miedo y la tristeza. Y eso lleva a sintomatologías de depresión, que se genera por la pérdida de “cosas”, desde amigos a situaciones de trabajo”, dice el psiquiatra Pablo Gagliesi, especializado en terapias cognitivo-conductuales.
Por otra parte, en un segundo estudio, esta vez enfocado sobre jóvenes de 18 a 26 años se encontró que este grupo es el que más sufre las consecuencias mentales del aislamiento. En ese sentido, midiendo parámetros de depresión, más del 50% de esa población presentó criterios para diagnóstico. Y analizando la gravedad de la sintomatología, cerca de la mitad de los encuestados manifestó síntomas depresivos de niveles de “moderados” a “severos”.
El experto de Ineco destacó que la hipótesis que explicaría este resultado se basa en que es la edad más afectada por la falta de actividad física. “Está demostrado que la inmovilidad es inductor de sintomatología depresiva y la actividad física tiene un efecto protector. Quienes se ejercitan en forma regular tienen menores tasas de prevelancia de depresión y hay especialistas que incluyen a la activación física como herramienta terapéutica”.
Abandono
Por otra parte, muchos profesionales de la salud mental comprobaron otro dato: la caída de la consultas “psi”. “En las instituciones en las que trabajo y charlando con colegas, notamos una caída significativa de las consultas. Podríamos estimar -a grosso modo- que hay un abandono de los tratamientos psicológicos por entre el 60 al 70% de los pacientes”, dijo Gagliesi.
Para este profesor de postgrado de la Universidad de Luján y Favaloro, esto se explica muchas veces porque son prácticas consideradas prescindibles. “Además a mucha gente el tratamiento virtual, via apps, no le convence o no tienen privacidad para hablar. He tenido pacientes comunicándose conmigo desde un baño o desde el auto”.
LA PANDEMIA DEJARÁ PROBLEMAS DE SALUD MENTAL EN EL MEDIANO PLAZO
Para Cetkovich, la evidencia indica que cuando esto pase tendremos un montón de personas con síntomas persistentes de estrés agudo y postraumático. “Afectará a profesionales de la salud y también a quienes hayan superado la enfermedad o a quienes hayan perdido un familiar, debido a que son muertes muy particulares, sin asistencia familiar y sin poder hacer el duelo”. Y agregó que “de aquellos que hayan pasado por terapia intensiva, tal vez hasta el 50% desarrolle patologías de estrés postraumático”.
En opinión de Gagliesi, hay pronósticos que indican que tras la epidemia de virus tendremos otra de estrés postraumático. Si bien la experiencia también muestra que cuando los traumas son generalizados y colectivos, muchos son los que logran superar la situación en forma saludable. Y el profesional concluyó que “aunque una mayoría salga bien, para el mediano plazo vamos a necesitar campañas de salud mental concebidas para superar situaciones de duelo y pérdidas que ahora no están siendo bien resueltas”.
Fuente: Agenda Web
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