Consejos sobre salud en los medios

¿Cómo sabemos qué es lo que hay que creer?

1 de abril de 2020

Fundación INECO, como institución afiliada a Cochrane Argentina, comparte en español la publicación realizada por Lynda Ware, Fellow de Cochrane UK sobre fake news y evidencia confiable.

Estamos siendo constantemente bombardeados con información y consejos sobre nuestra salud. Lynda Ware, ex médica de cabecera y Senior Fellow de práctica general en Cochrane Reino Unido, da una guía sobre cómo evaluar si lo que leemos está o no basado en evidencia confiable.

Nunca ha sido más importante poder distinguir entre hechos y noticias falsas que durante esta pandemia de coronavirus. Donde sea que miremos, estamos siendo saturados de información y consejos acerca de nuestra salud. ¿Cómo podemos identificar qué es confiable y basado en evidencia? 

En Cochrane nos dedicamos a proporcionar evidencia confiable para ayudar a la gente a tomar decisiones sobre tratamientos médicos y vida saludable. Las revisiones sistemáticas analizan los datos de los ensayos realizados en todo el mundo para responder preguntas clínicas. Cochrane no da consejos de salud ni recomendaciones, pero provee síntesis de la evidencia disponible libre de influencias comerciales o políticas. Todo esto se refleja en el eslogan de Cochrane: Evidencia confiable. Decisiones informadas. Mejor Salud.

Hay algunos principios que sirven como guía para decidir en qué creer y qué cuestionar

 

Ejemplos:

  •       Las anécdotas no son evidencia confiable.
  •       Nuevo no significa mejor.
  •       Más no es necesariamente mejor.
  •       Antes no es obligatoriamente mejor.
  •       Los tratamientos pueden dañar.
  •       Asociación no es lo mismo que causalidad.

 

Observemos detalladamente estos puntos…

 

Las anécdotas son evidencia poco confiable

El medicamento “milagroso” contra la malaria, promocionado por Trump como salvador del coronavirus, llegando a afirmar que “la hidroxicloroquina ayudó a recuperarse a los pacientes infectados en todo Estados Unidos dicen que los, a pesar de que los expertos insisten en que su efectividad es escasa».

Este títular es del diario Mail Online. Hasta ahora no hay evidencia de que estas drogas sean efectivas y seguras para tratar el coronavirus. Es más, en Arizona murió un hombre después de tomar el medicamento antipalúdico, cloroquina, con la creencia errónea de que le curaría el Covid-19.

Las anécdotas y las experiencias personales no se basan en ensayos clínicos bien realizados. Al leer sobre las últimas noticias médicas y consejos de salud en los medios de comunicación, es importante preguntarse: «¿hay evidencia confiable detrás de las afirmaciones?» Al final de este artículo puede encontrar una lista de sitios web confiables y basados ​​en evidencia que brindan información sobre problemas de salud.

 

 

Nuevo no necesariamente significa mejor

El tratamiento más nuevo (y en general el más costoso) no es siempre mejor que las intervenciones más antiguas y que han sido probadas. Por ejemplo, en el 2000, la rosiglitazona se autorizó como nuevo medicamento para la diabetes tipo 2 y se encontró que era extremadamente efectiva para reducir los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, en 2010 se retiró debido a su relación con un mayor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Los efectos adversos de los nuevos medicamentos pueden no ser evidentes durante muchos años después de su introducción, es por eso que es de vital importancia la continua observación médica. Para más detalles, lea este blog (en inglés), que analiza de manera crítica el valor de las terapias nuevas y costosas para afecciones médicas.

 

Más no es necesariamente mejor

Si una pequeña dosis es útil, ¿más debería ser mejor? No necesariamente … A menudo se receta que una dosis pequeña de aspirina (un cuarto a media pastilla) para ayudar a prevenir los  infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Las dosis más altas ayudan a reducir el dolor, pero no brindan protección cardiovascular y están asociadas con un mayor riesgo de úlceras estomacales gástricas y hemorragias.

 

 

Antes no es necesariamente mejor

La detección temprana de una enfermedad no siempre es beneficiosa para nuestra salud y bienestar. Los programas de detección tienen que sopesar cuidadosamente las ventajas de detección y tratamiento tempranos contra la ansiedad innecesaria, los efectos secundarios del tratamiento y la posibilidad de que los resultados a largo plazo no puedan mejorar.

 

Los tratamientos pueden dañar.

Un ejemplo trágico de esto es la talidomida, que se administraba para las náuseas matutinas al comienzo del embarazo en la década de 1960 y provocó la discapacidad y muerte de miles de recién nacidos.

 

Asociación no es lo mismo que causalidad.

 

“Dormir bien reduce el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.”

 

En un artículo de diciembre de 2019, el diario The Times informó que una «noche de descanso reduce el riesgo de ataque cardíaco.» Este título se basó en un estudio en el que se observó a más de 380.000 participantes saludables durante 8,5 años. Los investigadores evaluaron los patrones de sueño de las personas que participaron y documentaron el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Llegaron a la conclusión de que las personas con el sueño más saludable tienen un 35% menos de probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Pero una de las limitaciones del estudio es que es un estudio observacional y, por lo tanto, no puede probar causa y efecto; puede resaltar una asociación, pero puede haber otros factores importantes involucrados.

 

Algunas cosas más para tener en cuenta al mirar los últimos informes de ensayos clínicos:

 

  •       ¿Qué tipo de ensayos estuvieron involucrados?
  •       ¿Qué tan cierta es la evidencia?
  •       ¿Los participantes en el ensayo son parecidos a mí?
  •       ¿La evidencia de la investigación es relevante para mí y mis circunstancias?
  •       ¿Cuál es el riesgo real para mí?

 

Explayaremos alguno de estos puntos..

 

¿Qué tipo de ensayos estuvieron involucrados?

La mejor manera de realizar un ensayo clínico es mediante un ensayo controlado aleatorizado (ECA), que tiene como objetivo eliminar, en lo posible, cualquier cosa que pueda sesgar los resultados. Un estudio observacional o estudio de cohorte observa a un grupo de personas a lo largo del tiempo y puede sugerir correlaciones, como en el ejemplo anterior del sueño y la enfermedad cardíaca, pero no muestra un vínculo causal. Las revisiones sistemáticas, como las que son realizadas por Cochrane, recopilan y analizan datos de múltiples ensayos clínicos.

 

 

¿Cuál es el riesgo para mí?

Muchas veces los titulares en los medios nos muestran los potenciales riesgos o beneficios mediante un tratamiento o la alteración en nuestro estilo de vida.

 

«Las carnes procesadas presentan el mismo riesgo de cáncer que fumar y el asbesto, según los informes».

 

Éste es un titular de The Guardian en 2015, luego de una declaración de prensa de la OMS sobre un mayor riesgo de contraer cáncer de intestino delgado asociado con el consumo de carnes procesadas. Sugiere erróneamente que comer alimentos como panceta y salchichas suponen el «riesgo de contraer cáncer en la escala de fumar y el asbesto». Lo que la OMS declaró es que había suficiente evidencia para concluir que las carnes procesadas son carcinógenos de clase 1 (sustancias que definitivamente están asociadas con el desarrollo de cáncer). Los cigarrillos y el asbesto también son carcinógenos de clase 1. La declaración no hizo ningún comentario sobre los riesgos comparativos y fumar es una actividad considerablemente más riesgosa que comer un sándwich de panceta.

 

La OMS también declaró que comer 50 g de carne procesada aumenta el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal en aproximadamente un 20%. Esto suena bastante alarmante, pero esto sólo nos dice  cuánto ha cambiado el riesgo (este es el riesgo relativo), y no cómo nos afecta personalmente. Necesitamos conocer nuestro riesgo de referencia para poder calcular cuánto cambiará. De hecho, nuestro riesgo de desarrollar cáncer colorrectal durante nuestra vida es del 5% (es decir, cinco personas de cada 100 lo contraerán). Esto se llama nuestro riesgo absoluto. Al comer el equivalente de dos fetas de panceta por día, esto aumenta en un quinto (es decir, el 20%) a 6% (es decir, seis personas de cada 100), un aumento de una persona adicional por cada 100 en el transcurso de la vida. Esto no es tan alarmante. Teniendo en cuenta esta información, podemos tomar una decisión responsable sobre si queremos alterar nuestros hábitos alimenticios.

 

Cuando leemos los títulos de las noticias de salud hay que tener en cuenta que los cambios en el riesgo que mencionan a menudo reflejan un riesgo relativo y no tienen sentido a menos que también se nos indique nuestro riesgo absoluto.

 

Recordá que los títulos están diseñados para captar nuestra atención …

 

¡Se escéptico! Los titulares pueden ser engañosos y a veces son simplemente incorrectos. En su defensa, muchos periodistas se esfuerzan por informar con precisión. Pero al igual que nosotros pueden ser persuadidos por números convincentes. Pero los titulares venden periódicos.

 

Fuentes confiables de información

Es difícil saber qué creer de todos los consejos de salud que encontramos todos los días. Es por eso que acá les dejamos algunos sitios web en los que pueden confiar para proporcionar información medida y basada en evidencia:

 

 

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