El aislamiento como una oportunidad para redescubrir la vida en familia

El aislamiento como una oportunidad para redescubrir la vida en familia

La pandemia mundial de COVID-19 afecta y afectará nuestras vidas para siempre. El registro de lo traumático comenzó a manifestarse en personas con ansiedad, pánico y diferentes formas de congoja y tristeza. En particular, el confinamiento en casa presenta una gran cantidad de desafíos para las familias que de la noche a la mañana se vieron obligadas a pasar semanas enteras bajo un mismo techo.

El temor y la ansiedad con respecto a una enfermedad pueden ser agobiantes y generar emociones fuertes, tanto en adultos como en niños. Los padres están experimentando un cambio repentino en sus vidas y rutinas, mientras tratan de equilibrar a los niños que están en casa a tiempo completo con el trabajo, las tareas domésticas y las preocupaciones de salud, las preocupaciones financieras y el cuidado de los miembros vulnerables de la familia. Mientras tanto, los niños, niñas y adolescentes no están exentos a esta situación y pueden ser vulnerables a sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza.

Con el objetivo de brindar soporte y herramientas para afrontar la situación actual de aislamiento social que viven los argentinos y, así, fortalecer la capacidad de resiliencia de las personas, Infobae, Facebook, Instagram, Fundación INECO y UNICEF se unieron para presentar la campaña #EnCasaconSalud, una iniciativa para promover el bienestar emocional durante la cuarentena que afecta a millones de personas por la pandemia del COVID-19.

Según el doctor Fernando Torrente, director del Instituto de Neurociencias y Políticas Públicas de Fundación INECO, “la salud mental se ha convertido en una variable fundamental de este escenario impensado. El temor a la enfermedad y sus consecuencias, y las medidas de aislamiento impactan en nuestra salud emocional de manera creciente. Al mismo tiempo, la salud emocional es clave para sostener nuestros cuidados generales, tomar decisiones adecuadas y llevar adelante nuestras vidas en un contexto adverso prolongado”.

Para la licenciada María Fernanda Giralt Font, subdirectora del Departamento de Psicoterapia del instituto, “la aparición y propagación del virus nos expuso a las personas a preocupaciones, incertidumbre, miedos, y una cantidad de exigencias que implican un gran desafío de adaptación».

Hay de todo: quienes sienten ansiedad por no tener nada que hacer (y no tener hobbies con los que llenar el tiempo) y quienes experimentan ansiedad por estar haciendo demasiado: home office, más los chicos, más las tareas de la casa. La primera noticia es que todas las emociones displacenteras son inevitables. “Es normal sentir frustración, irritabilidad y enojo. Hay que aceptar esas emociones y también encontrar formas de disminuir estos sentimientos negativos”, explicó a Infobae Teresa Torralva, doctora en neurociencias y presidenta de la Fundación INECO.

También hay quienes están experimentando síntomas clásicos de las crisis de ansiedad: palpitaciones, sensación de ahogo, opresión en el pecho, sudoración, mareos, y otros más psicológicos, como pensamientos catastróficos (“esto va terminar mal”) o preocupación excesiva.

Un estudio llevado a cabo por Save the Children, en el que se entrevistaron a más de 6.000 niños, niñas y familias en Alemania, Finlandia, España, Estados Unidos y el Reino Unido, ha puesto de manifiesto que uno de cada cuatro niños sufre ansiedad por el aislamiento social derivado del coronavirus, y que “muchos de ellos” corren el riesgo de sufrir trastornos psicológicos permanentes, incluida la depresión.

Y como si eso fuera poco, las relaciones familiares entre los distintos miembros y grupos etarios que la conforman no siempre son sencillas. «Los conflictos forman parte de la vida y a veces resultan inevitables, no son negativos ni positivos en sí mismos, sino que las maneras que tenemos de enfrentarlos pueden perjudicar o beneficiar nuestra relación con los demás”, advirtió Giralt Font.

Las circunstancias extraordinarias de cuarentena y aislamiento social generaron un cambio en las rutinas diarias y obligaron a las personas a adaptarse a una nueva modalidad de convivencia familiar, durante las 24 hs del día los 7 días de la semana. «En este contexto de incertidumbre, estrés y aislamiento, se puede generar una activación emocional importante, en la que los sentimientos de enojo, irritabilidad, tristeza y ansiedad pueden influir en la relación familiar, aumentando el nivel de conflicto. Este escenario requiere la utilización de recursos que permitan adaptarse a la nueva situación y que promuevan el desarrollo de la resiliencia y la salud emocional familiar”, explicaron los especialistas.

7 consejos sobre cómo mejorar la convivencia y aumentar la resiliencia familiar en tiempos de coronavirus:

  • La cuarentena puede ser una muy buena oportunidad para conocer mejor los intereses, los límites y el mundo de cada uno. Aprovechá esta circunstancia para compartir actividades como cocinar, jugar juegos de mesa, mirar series y películas juntos o sólo conversar.
  • Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Pensar la mejor manera posible de atravesar esta situación, en lugar de buscar la manera perfecta, puede aliviar la angustia y la culpa. Intentá dar lo mejor de vos, pero dentro de tus propios límites.
  • Hablá abiertamente sobre lo que está pasando. Prestá atención al estado de ánimo de las personas con las que vivís; preguntales cómo se sienten y escuchá sus opiniones. Iniciá una conversación: ¿qué necesitás? ¿Cómo puedo ayudarte? Pedí ayuda profesional si vos o alguien de tu familia la necesitan.
  • Planificación y organización familiar. En este tiempo es importante que vos y tu familia planifiquen una nueva rutina que incluya tiempos individuales y tiempos compartidos, tiempos de ocio y tiempos de responsabilidades. Un buen plan de acción flexible puede disminuir la ansiedad y el malestar.
  • División del trabajo en el hogar. Las tareas del hogar y la crianza de los hijos y las hijas son responsabilidades de mujeres y varones por igual. La distribución de tareas debe ser equitativa y no recaer sólo en las mujeres. Con toda la familia junta, es un buen momento para reforzar estos acuerdos.
  • Aislados sin violencia. Las mujeres, niños y niñas son más vulnerables a la violencia doméstica y de género. El aislamiento puede exponerlos a violencia física, psicológica o verbal. Si sufrís mal trato, sospechás o sabés que alguien es víctima de violencia o abuso, pedí ayuda a la línea 144 ó 137, o escribí por whatsapp al 11 3133 1000.
  • No me llevo bien con mi familia. ¿Qué puedo hacer? Intentá definir y respetar espacios de privacidad. Tomate tus tiempos para estar solo. Expresá tus puntos de vista sin agresión. Procurá no escalar en las discusiones. Empatía, tolerancia y amabilidad pueden ser buenos aliados en este contexto.

Fuente: Infobae

 

 

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